“La ecografía tiene gran relevancia en todas las patologías del ojo sobre todo cuando hay turbiedad de los líquidos que hay en su interior, que debiesen ser transparentes, como el humor vítreo o el acuoso. Por ejemplo, en el caso de hemorragias, eso le genera al paciente pérdida de visión y hace que el médico tratante no pueda hacer el examen de fondo de ojo. La ecografía es el único examen que puede indagar dentro del ojo para diagnosticar desprendimientos de retina por un trauma ocular en un órgano que ha sangrado”, explica el doctor Alex Papic.
La ecografía tiene indicaciones propias y es importantísima, pero no es el único examen que puede dar información. A veces, por sí sola no basta.
Muchas veces requiere de otros exámenes complementarios como la Tomografía de Coherencia óptica (OCT). Pero la ecografía es la única que permite ver las estructuras internas cuando hay presencia de hemorragias.
La ecografía puede realizarse con apoyo directo sobre el globo ocular, o a través de los párpados. El ojo es un órgano perfecto para realizar este examen, ya que está expuesto y además, la piel que lo cubre es la más delgada del cuerpo. De este modo, se puede explorar muy bien con el transductor hasta las zonas más internas del ojo.