CUIDA TUS OJOS EN VERANO
La radiación ultravioleta proveniente del sol o los solárium puede provocar graves quemaduras oculares, conjuntivitis y queratitis. Una quemadura de la capa externa de la conjuntiva y/o la córnea, lo cual provoca enrojecimiento y mucho dolor.
La radiación genera un daño acumulativo crónico que a mediano o largo plazo se puede traducir en patologías oculares como pterigion, malignización de lesiones precancerosas de la superficie ocular, cataratas y degeneración macular.
Dado que no es posible aplicar protector solar en los ojos por riesgo de irritación y alergias, la mejor recomendación es usar jockey y lentes de sol. Las gafas deben contar con filtros adecuados para radiación UV. El uso de lentes oscuros sin protección adecuada es aún más nocivo, ya que facilita que la pupila se agrande e ingrese mayor radiación solar al interior del ojo, por lo que es muy importante entender que un lente oscuro no es sinónimo de protección.
¿CÓMO AFECTA A LOS OJOS EL CLORO DE LAS PISCINAS?
El cloro es un elemento químico con propiedades antisépticas que mantiene la limpieza del agua de las piscinas. Lo que irrita y enrojece los ojos no es necesariamente el cloro, sino la mezcla de éste con contaminantes como sudor, orina, células muertas de la piel, bloqueadores solares, saliva u otras secreciones y productos cosméticos como cremas, desodorantes y perfumes.
En el agua de las piscinas pueden sobrevivir bacterias y virus como la clamidia y adenovirus, lo que puede provocar cuadros de conjuntivitis. Por lo tanto se recomienda protegerse con lentes acuáticos. También es bueno ducharse antes de ingresar a la piscina y abstenerse de sumergirse en ella si se padece conjuntivitis.
En el agua de las piscinas pueden sobrevivir bacterias y virus como la clamidia y adenovirus, lo que puede provocar cuadros de conjuntivitis. Por lo tanto se recomienda protegerse con lentes acuáticos. También es bueno ducharse antes de ingresar a la piscina y abstenerse de sumergirse en ella si se padece conjuntivitis.
También, para evitar infecciones que pueden ser muy graves, se recomienda no usar lentes de contacto en piscinas ni en el mar.
Finalmente, nunca hay que sumergir la cabeza en el agua antes de tres semanas de haber sido sometido a una cirugía ocular.