La cirugía LASIK es un procedimiento quirúrgico diseñado para corregir o eliminar la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía. Este tratamiento modifica la forma de la córnea mediante el uso de un láser, mejorando así la refracción de los rayos luminosos sobre la retina y optimizando la visión.
La mayoría de los pacientes son candidatos para la cirugía LASIK, pero factores como la edad, el grado del defecto refractivo y la forma de la córnea deben ser evaluados cuidadosamente. Si su objetivo es reducir o eliminar la dependencia de lentes ópticos o de contacto, es fundamental que consulte a su médico para determinar sus posibilidades específicas. En casos excepcionales, puede que no sea apto para LASIK y podría necesitar considerar otras técnicas quirúrgicas refractivas alternativas.
Su médico oftalmólogo llevará a cabo una evaluación clínica exhaustiva, que incluirá una refracción para cuantificar su defecto refractivo, así como la medición del grosor de la córnea mediante paquimetría y la evaluación de su forma a través de la topografía corneal. Además, se medirá la presión ocular para descartar la presencia de glaucoma. En caso de que utilice lentes de contacto, deberá suspender su uso entre una y tres semanas antes de realizarse los exámenes, dependiendo de si estos son blandos o duros.
Mediante un sofisticado programa computacional, el equipo de Láser Excimer ajusta la forma de la córnea con una precisión molecular, utilizando un láser para mejorar la refracción de los rayos luminosos sobre la retina. Este procedimiento implica la creación de un flap corneal superficial utilizando un «microquerátomo», lo que permite al láser trabajar sobre el lecho corneal para moldear la superficie y corregir el defecto refractivo.
La cirugía se realiza bajo anestesia tópica, utilizando gotas, sin la necesidad de inyecciones ni suturas. Es un procedimiento ambulatorio, con una duración promedio de 10 minutos y generalmente se lleva a cabo sin dolor.
La intervención LASIK en el segundo ojo se llevará a cabo una vez que se haya evaluado el resultado obtenido en el primer ojo. Usted y su médico oftalmólogo deberán coordinar la fecha para proceder con la cirugía del segundo ojo. En casos excepcionales, es posible realizar la intervención de manera bilateral, es decir, en ambos ojos simultáneamente.
El equipamiento para la cirugía es de última generación y cuenta con la aprobación de organismos internacionales de calidad, como la FDA. Las marcas de los equipos son de reconocido prestigio y tienen una experiencia internacional consolidada. Todos los equipos son sometidos a revisiones periódicas rigurosas por representantes acreditados en nuestro país. Además, se utilizan insumos desechables durante el procedimiento para garantizar la máxima seguridad e higiene.
El pabellón donde se realiza la cirugía posee todas las certificaciones necesarias de las autoridades de salud nacionales. También está equipado con sistemas de respaldo avanzados, incluyendo un grupo electrógeno, unidades de alimentación ininterrumpida (UPS) y otros mecanismos para asegurar la continuidad y seguridad del procedimiento en todo momento.
Los profesionales encargados de realizar esta cirugía incluyen a dos cirujanos oftalmólogos, un tecnólogo médico, una arsenalera y personal de pabellón especializado. Todos los integrantes del equipo poseen una amplia experiencia en este tipo de procedimientos, garantizando un alto nivel de competencia y profesionalismo en cada etapa de la intervención.
Clínica Pasteur, posee 30 años de experiencia en cirugía refractiva, realizando más de 3.000 procedimientos anuales en esta especialidad. Además, hemos llevado a cabo esta intervención en diversas regiones del país, colaborando con la Clínica Elqui en La Serena, la Clínica Ciudad del Mar en Viña del Mar, y la Clínica Magallanes en Punta Arenas. Esta amplia experiencia regional refleja nuestro compromiso con la excelencia y la accesibilidad en el ámbito de la cirugía refractiva.
Dado que la técnica LASIK se basa en la precisión y exactitud en la aplicación del láser, es fundamental realizar una meticulosa medición del defecto óptico por parte del oftalmólogo, así como una evaluación exhaustiva mediante exámenes para medir la forma y el grosor de la córnea antes de la cirugía.
Si utiliza lentes de contacto, debe suspender su uso al menos una semana antes de los exámenes si se trata de lentes blandos, y tres semanas antes si son lentes duros. Esta suspensión es crucial para asegurar la precisión en la evaluación de su condición ocular.
Comenzará a notar una mejora en su visión desde el mismo día de la cirugía, con una progresiva mejora en las semanas siguientes. Es posible que experimente algunas molestias oculares menores en el primer día, las cuales disminuirán gradualmente siguiendo las indicaciones precisas de su médico oftalmólogo. Podrá retomar sus actividades normales al día siguiente de la operación, con solo mínimas restricciones en el cuidado de la zona intervenida.
