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Desprendimiento de Retina

¿Qué es la hemorragia en el vítreo?

Esto ocurre cuando un desgarro en la retina provoca la ruptura de vasos sanguíneos, resultando en sangrado hacia la cavidad vítrea. Diagnosticar y tratar un desprendimiento de retina con hemorragia vítrea es complejo, ya que la presencia de sangre enturbia el vítreo. Además, el sangrado en el vítreo también puede ser causado por retinopatía diabética u otras enfermedades.

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¿Cuáles son los síntomas?

En personas de mediana edad y mayores, es frecuente observar la presencia de puntos flotantes, conocidos como «moscas volantes» (miodesopsias), así como destellos de luz en su visión. Estos síntomas son menos comunes en niños o en personas jóvenes.

En la mayoría de los casos, estos síntomas no indican una afección grave. No obstante, una aparición repentina y brusca de puntos flotantes o destellos de luz puede señalar un desgarro de retina, lo cual conlleva un alto riesgo de desprendimiento de retina.

Un desprendimiento de retina puede causar visión borrosa en el campo visual y resultar en una pérdida significativa de visión si no se trata con prontitud.

¿Quiénes están en mayor riesgo?

Los pacientes que se encuentran en mayor riesgo son aquellos que presentan las siguientes condiciones:

  • Antecedentes de desprendimiento de retina en el ojo contralateral.
  • Miopía.
  • Historial de cirugía de cataratas.
  • Enfermedades degenerativas de la retina.
  • Traumatismos oculares o craneales.

Tratamientos

Tratamientos Preventivos

Estos tratamientos están destinados a controlar las lesiones o desgarros que podrían conducir a un desprendimiento de retina. Entre las opciones de tratamiento preventivo, se destacan la crioterapia y la fotocoagulación con láser.

Fotocoagulación con láser: Este procedimiento implica la aplicación de una serie de pulsos láser en las áreas de la retina afectadas, con el fin de sellar las lesiones que podrían predisponer a un desprendimiento. El láser crea una adherencia firme entre las capas retinianas en las zonas debilitadas. El proceso es indoloro y se realiza a través de la pupila.

Crioterapia: Este método tiene como objetivo sellar las lesiones existentes mediante la aplicación de una sonda fría en la superficie externa del globo ocular.

Tratamientos Curativos

Estos tratamientos se utilizan cuando ya se ha producido un desprendimiento de retina. Existen tres procedimientos quirúrgicos principales: retinopexia neumática, cirugía con exoimplantes y vitrectomía. Algunos de estos procedimientos pueden realizarse en combinación con crioterapia o fotocoagulación con láser. El objetivo de estos tratamientos es cerrar cualquier agujero o desgarro en la retina y reducir la tracción del vítreo sobre la misma.

La elección del procedimiento específico dependerá de la gravedad y complejidad del trastorno, y será determinada por el cirujano.

Cirugía de Exoimplantes

También conocida como cirugía clásica, este procedimiento implica la colocación de implantes en la parte externa del globo ocular. El propósito de estos implantes es expandir la pared del globo ocular hacia adentro, acercándola a la retina desprendida. Esto facilita el sellado de los desgarros retinianos y mejora la adherencia de la retina a la pared del ojo. Habitualmente, este enfoque se combina con láser o crioterapia para optimizar los resultados.

Retinopexia Neumática

Este procedimiento consiste en la inyección de una burbuja de gas en la cavidad vítrea del ojo. La burbuja, al flotar, ejerce presión sobre la retina, ayudando a restablecer su posición normal y a adherirla de nuevo a la pared del ojo. Para maximizar la eficacia de este tratamiento, se suele combinar con técnicas adicionales como la crioterapia o la fotocoagulación con láser, que contribuyen a sellar las áreas afectadas y reforzar la adherencia de la retina.

Vitrectomía

La vitrectomía es uno de los procedimientos quirúrgicos más complejos en oftalmología, considerada cada vez más segura y efectiva. La cirugía puede realizarse con anestesia local, general o mixta y dura entre 30 minutos y más de tres horas. En algunos casos, puede ser necesaria una segunda intervención.

Este procedimiento ha permitido a muchos pacientes recuperar o mantener la visión que anteriormente se perdía irremediablemente. Durante la vitrectomía, se accede a la cavidad vítrea para retirar el humor vítreo, que puede estar opaco o causar tracción sobre la retina. A menudo, se requiere la extracción del cristalino y su reemplazo por una lente intraocular, o la inserción de un gas especial para ayudar a adherir la retina. La vitrectomía se puede combinar con fotocoagulación endoláser, gases expansibles o aceite de silicona para mejorar los resultados.

¿Qué exámenes son necesarios para el apoyo diagnóstico?

Para establecer el diagnóstico de un desprendimiento de retina, es esencial realizar un examen ocular completo, el cual debe ser llevado a cabo por un oftalmólogo especializado. Este examen permite analizar las estructuras internas del ojo y confirmar la presencia de un desprendimiento de retina. Es crucial realizar el examen tan pronto como se presenten los primeros síntomas, ya que un desprendimiento reciente debe ser tratado quirúrgicamente para evitar complicaciones graves y potencialmente irreversibles.

Entre los exámenes que pueden realizarse se incluyen:

  • Ultrasonido ocular: Utilizado en algunos pacientes, proporciona información valiosa cuando hay hemorragia u otras opacidades que impiden la visualización directa de la retina.
  • Angiografía fluoresceínica: Puede ser necesaria en casos de retinopatía diabética asociada con desprendimiento de retina, para evaluar la circulación y el estado de los vasos retinianos.

Indicaciones Preoperatorios

Para tratamientos preventivos:

En el día de la intervención, el paciente debe presentarse cumpliendo estrictamente las indicaciones recibidas respecto al ayuno, medicamentos y otras instrucciones, las cuales variarán en función de su edad, el tipo de cirugía y su historial clínico.

Antes de la cirugía, es imperativo que el paciente haya completado todos los exámenes preoperatorios, obtenga el pase de su médico tratante y haya proporcionado una información exhaustiva sobre sus antecedentes médicos.

Asimismo, es fundamental que el paciente respete meticulosamente las indicaciones dadas por los especialistas en relación con el procedimiento quirúrgico. El paciente deberá presentarse en el centro quirúrgico con 30 minutos de antelación, para llevar a cabo los trámites de admisión y firmar el consentimiento informado. Además, se recomienda que el paciente esté acompañado por un familiar tanto al ingresar como al retirarse del centro.

Cuidados postoperatorios para tratamientos con Exoimplantes, Neumática o Vitrectomía:

  • Seguir con precisión la prescripción médica, que incluirá el uso de colirios, antiinflamatorios y antibióticos.
  • Asistir a todas las consultas de seguimiento indicadas y consultar al médico en caso de experimentar molestias.
  • En el caso de haber utilizado un gas intraocular, es crucial mantener un reposo estricto en la posición determinada por el médico, para facilitar la acción adherente del gas. La duración de este reposo será establecida por el médico tratante.

Consideraciones

Recuperación

El período de recuperación varía, con una duración general de dos a seis semanas. En un pequeño porcentaje de casos, el tiempo de recuperación puede ser más prolongado, dependiendo de la gravedad de la afección y del tipo de tratamiento realizado. La recuperación visual será proporcional al daño existente antes de la cirugía.

Complicaciones

Como en cualquier procedimiento quirúrgico, estas intervenciones conllevan riesgos de complicaciones y la posibilidad de reintervención.

Las complicaciones más frecuentes incluyen: pérdida visual, dolor, hemorragia vítrea, infección intraocular, rubeosis del iris y glaucoma.